1. Pérdida de elasticidad natural en la piel
Con el tiempo, la piel pierde colágeno y elasticidad, factores clave que mantienen los senos en su posición original. A medida que el cuerpo produce menos colágeno, la piel comienza a ceder, dejando a muchas mujeres con una figura que sienten que ya no representa su vitalidad.
2. Embarazo y Lactancia
La maternidad es una de las etapas más hermosas, pero también deja su marca. Durante el embarazo y la lactancia, los cambios hormonales hacen que los senos se hinchen y se agranden, pero después, es común que pierdan firmeza, lo cual resulta en flacidez.
3. Cambios de peso constantes
Las fluctuaciones de peso provocan que la piel de los senos se estire y se contraiga, lo que puede llevar a una apariencia colgante con el paso del tiempo. La gravedad hace el resto, y muchas mujeres sienten que no hay nada que puedan hacer para evitar este cambio.
4. Efecto de la gravedad y el envejecimiento
La gravedad es otro factor inevitable que afecta a los senos, tirando de ellos hacia abajo y acentuando el aspecto caído. A medida que envejecemos, este proceso se acelera y, sin un soporte adecuado, resulta difícil mantener una apariencia elevada y natural.